Último día en Guayaquil

El día del viernes se presentaba con el último día con los niños, nuestros ánimos decayeron bastantes veces  entre los integrantes del grupo pero eso fue lo demos, el día de la playa en el Pacífico fue bastante bueno, compartimos con los niños, los chicos hicimos a modo de lanzadera para los niños para dar volteretas en el mar, y decir que las chicas tuvieron alguna dificultad con las “grandes” olas que hay en el Pacífico por su fuerza, más de un bikini se salió del sitio, pero en fin… cosas de la vida J 

A la hora de la comida compartimos la convivencia con los niños en su “casa de la playa” y tras un viaje de aventura en el autobús con un niño encima de cada uno porque había una gran falta de espacial pudimos comprobar cómo dormían plácidamente todos los niños. Después de un día agotador en la playa en que por cierto, descubrimos mini peces espada, una gran cantidad de cangrejos, e incluso una gran tortuga gigante que había muerto y que estaba ya en descomposición… algo realmente muy asqueroso!

Pero si, así término la primera parte del día en la que para terminar esta primera fase del viaje entregamos las cartas que habíamos escrito a todos y cada uno de los niños y aquí fue el momento de auge de los lloros que creo que nadie pudo controlar…

Ya por la noche después de esta carga emocional, Fernando nos llevo a conocer el proyecto de su madre que integraba a niños de la calle al igual que el proyecto salesiano, pero en este caso se encargaba de reintegrar a los niños a través del teatro. Nos hicieron una obra de teatro de mímica y otra obra interpretada por alguno de los chicos, decir que fue brillante! Tras esto los chicos maquillaron a algunos de la expedición y tras esto fuimos al KFC a cenar. Después al alberge, y aquí termino nuestro último día en Guayaquil… nuestra aventura se va terminando poco a poco con mucha pena… una gran experiencia que siempre llevaremos en nuestros corazones, y que nunca olvidaremos.

Este viaje en Ecuador será algo que nos marcara en un futuro, algo que es único e irrepetible, y de los que nos sentimos muy orgullosos y afortunados de poder vivir esta aventura.